LA PALABRA DE DIOS ES UNA PERSONA DIVINA

OBJETIVO:

  • Entender que la Palabra de Dios es una Persona Divina y suscitar en nosotros el deseo de conocerla (experimentarla).

1. Dios Padre crea todas las cosas por medio de su Palabra y por la acción del Espíritu Santo, Gn 1,1-2.4a "Dijo Dios haya luz y hubo ...." Vamos viendo como el autor sagrado hace énfasis, a lo largo de todo el relato de la creación, en el decir y hacer de Dios, lo que Dios dice-hace, el decir de Dios que es su palabra, va creando todo; y el hacer de Dios, que es la acción, el Espíritu Santo, por el cual se lleva a cabo la Palabra, demuestra la fidelidad de Dios (emet) "y vio Dios que lo que había hecho era bueno estaba bien (quesed), y atardecio y amaneció..." palabras claves que también utiliza el autor.Palabra Creadora.

2.-La Palabra de Dios es Dios-Palabra que esta en medio de nosotros. Ex 3, 7-12; 4, 1-17 "Dijo Yahveh: Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para liberarlos... Ahora pues, ve; yo te envió... Yo estaré contigo..." vemos ahora a Dios comunicandose con Moisés a través de su Palabra y enviándolo a liberar a su pueblo y prometiéndole que El va estar presente y actuando. "Yo estaré en tu boca y en tu corazón y te enseñare lo que habrás de hacer". Palabra liberadora y creadora de vida nueva.

HOMBRE DIOS

Objetivo:
  • Entrar en el Misterio de la Santísima Trinidad.
  • Descubrir a la palabra de Dios como la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
  • Valorar nuestras capacidades como hombre y mujer e identificar nuestro origen y relación con la Santísima Trinidad.
  • Gn 1,26 El hombre imagen de Dios. Definición del hombre (Aristoteles, retrabajada por Santo Tomas de Aquino)
  • Definiciones: Naturaleza: Conjunto de factores físicos, Psiquicos y espirituales que determinan la manera de actuar del hombre.

Persona: (del latin "per-sonnsre" "re sonar", nombre dado a las mascaras que usaban los actores en el teatro al estilo griego). Parte del hombre a través de la cual se manifiesta la actividad de la naturaleza. Es la parte relacional del ser.

HOMBRE

Ego único e irrepetible

Facultades intelectuales:

Conclusión:

El hombre, ser creado por Dios a su imagen, llegara a su plena realización en la medida que logre identificarse con su Creador, para quien fue hecho. Es decir, hecho para buscar la Verdad y el Amor, cuya plenitud es el mismo Dios, lograra cumplir la finalidad de su vida al llenar su inteligencia con DIOS-INTELIGENCIA, es decir, la Palabra, Jesús; y su voluntad con DIOS-VOLUNTAD, es decir, el Espíritu Santo. A través de ellos llegaremos al padre, nuestro destino final. (san Agustín: "Señor, nos hiciste para Ti nuestro corazón no reposara hasta que descanse en Ti.").

LA MASCARA

Cuando hice las primeras letras en el aprendizaje del derecho, supe que es persona, -un concepto crucial, eje de todos los caminos- fue alguna vez la mascara que los antiguos latinos utilizaban en sus representaciones teatrales. En esa acepción sugerente, persona y mascara son pues, lo mismo.

Así, somos nuestra mascara, un gesto, un personaje, un papel en la escena. Esto no quiere decir que seamos, necesariamente, ilusión, impostura o falacia. Porque podemos ser los artífices, dueños, portadores orgullosos de una mascara en la que confesamos nuestra verdad y nuestro sueño aunque también podemos ocultarlos hasta que lleguen el tiempo o las circunstancias de poner todo a la vista.

En otras palabras: la mascara es la apariencia con que viajamos en la vida. La lealtad a nosotros mismos- y a todos los que nos observan o acompañan-reside en la identidad entre esa apariencia y la realidad que somos, que esta por encima", de la simulacion, en unos casos, o el infundio, en otros. una cosa es colocarse el actor la careta para magnificar su voz, hacerla "vibrante y sonora" y otra es revestirse de un artificio para engañar a quienes lo secundan y acaso nos admiran.

Aquello -la identidad entre la persona y su mascara- implica una lección de lealtad y de congruencia, un motivo de confianza y de esperanza, que vale ante propios y extraños, amigos o adversarios. En todo caso es, sencillamente, una lección de transparencia, como pasaporte en la vida, que no desmentirán los hechos. Querrá decir que confesamos cabalmente, desde el principio y sin engaño, que hombre somos, que idea tenemos, que anhelo postulamos. Querrá decir que a esas confesiones apostamos nuestra vida, sin variaciones y por ellas ganamos o perdemos con gallardía. No habrá convicciones advenedizas, convicciones de ultima hora, codicias envueltas en banderas nacionales, hondas amarguras maquilladas como amor a la patria. No habrá súbitos apostolados, ni redenciones de urgencia. No negaremos lo que fuimos y lo que somos, única forma sensata de anunciar lo que seremos.

Sucede que cada cual compareced en la escena mas elevada -la escena de la vida- con la mascara que lo representa, es decir, con la apariencia que es la clave para identificarnos. Elegimos esa mascara, o nos llega impuesta. Por ella se nos conoce, se nos ama, o se nos aborrece. Por ella se nos identifica. Por ella se rechaza o se confía. Por ella - y con ella- hacemos el camino de cada jornada. Pero al cabo del tiempo, o en algún descuido, en una vuelta del camino, sobreviene una decisión soberana, llegada del abismo que cada cual trae dentro, o de una ráfaga inesperada que nos asalta. Cae la mascara y surge, finalmente, el hombre que somos de veras.

Quizás aparecemos idénticos a la mascara que tuvimos, porque esta fue apenas la cobertura de nuestro rostro genuino, sin alteraciones, o porque acabamos, miméticos, por ser idénticos a ella: nos acostumbramos,nos hicimos al habito con que nos revistió o invistió la vida. O tal vez aparecemos distintos a la apariencia con que hemos vivido a la mascara que portamos: no digo peores o mejores, solo diversos, y por ello sorpresivos, extraños para todos, incluso para nosotros mismos.

Es en ese momento, enfrentados a un espejo inevitable, que nos revela, cuando sobrevienen las admisiones y las negaciones. Entonces afloran las grandes decisiones, acude el individuo de carne y hueso, con el alma que trajo evidente u oculta. Emerge, sin mascaras ni encubrimientos, la persona que hondamente somos.

DOS SABIDURIAS

Objetivo:
  • Identificar algunas de las actitudes inadecuadas con las que por nuestra formacion grecolatina, pretendemos acercarnos a la Revelación.
  • Descubrir la actitud adecuada y se suscite en nosotros el deseo de adquirirla.

LAS DOS PRINCIPALES SABIDURÍAS, MENTALIDADES O CULTURAS QUE DE ALGUNA MANERA HAN DETERMINADO NUESTRO PENSAR Y NUESTRO ACTUAR SON:

La Sabiduría Greco-Latina Occidental.

La Sabiduría hebreo-Cristiana Oriental.

LAS CARACTERÍSTICAS MAS SOBRESALIENTES DE ELLAS:

SABIDURÍA GRECO-LATINA.

  • Basada en la razón Humana, en la inteligencia y la belleza artistica.

Oída: palabra griega que define esta sabiduría. Yo he visto, Yo conozco.

  • Educación en centros educativos. Intelectualista. Elitista, se considera que el conocer lleva a una vida recta.
  • La mayor desgracia:la ignorancia.
  • Religión ascendente politeísta. El hombre busca a Dios(es) a su gusto y medida, no ética, no moral
  • Salvación bienestar temporal, satisfacción del intelecto y los sentidos.
  • El mal no tiene sentido. Viene por defectos.
  • La muerte: destrucción, absurdo total.

Sb.1,16-2,24

SABIDURÍA HEBREO-CRISTIANA

  • Basada en la Revelación de Dios y en la respuesta de fe del hombre Dios busca al hombre y le dirige su Palabra. Shema: escucha y obedece: el plan, el proyecto, el designio de vida de Dios. Dt 6, 4-9. Ante esta iniciativa de Dios, lo que corresponde al hombre: obediencia y confianza.
  • Educacion se realiza en el seno de la familia, los padres son los educadores. Pr 1, 8-10; 10,1-2. Educacion de la inteligencia y la voluntad; el hombre total.
  • Religion monoteista descendente. Dios busca al hombre.
  • La mayor desgracia alejarse del plan de Dios,(amartia=pecado olvido)
  • La Salvación esta en la conversión(metanoia). Dejar al hombre viejo por el hombre nuevo.
  • Gran pecado la soberbia.
  • la muerte es el paso sereno a la plena realización del ser, fuente de vida.Jn 19,30;Dt30, 15-30.